miércoles, 6 de febrero de 2013

LEÑOS AL FUEGO




Lloré tanto que me cansé,
prendí la chimenea y un poco me calmé…
Pero seguí echando leña al fuego porque así los minutos parecen hacerse eternos,
la calma simula un abrazo en tanto que la paz actúa política.
Mientras se consume, me consume, mientras lo disfruto me transforma…
Quedan dos leños, 16 canciones por tocar, muchos pensamientos que ignorar y una cama que no me puede conciliar.
Pasa el tiempo, pasa el llanto, pasan las canciones, me transportan, me elevan…
Tomo un leño, medito antes de lanzarlo al fuego, con él pido un deseo y lo beso para que se cumpla, con la tonta ilusión e inocencia que me caracterizan… lo arrojo al fuego y así ¡la esperanza crédula continua!

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